LA HISTORIA
Fue “La Camelia”, mercería histórica desde los años 40 donde la madre de Porrina le compraba la brillantina a su hijo cuando se iba a cantar a Madrid y hoy sigue sintiéndose más Badajoz que un local.
El Silencio… forma parte del sueño de Julián Monge para su calle, su barrio y su ciudad:
«Paseando por el Casco Antiguo de Badajoz, me encontré con este edificio de cuatro plantas haciendo chaflán en la calle Moreno Zancudo, antigua Calle Zapaterías, ascendiendo hacia la Plaza Alta. Decidí comprarlo en el año 2013 para venirme a vivir aquí. Me recordaba a La Habana vieja, con su aire pintoresco, y tenía una perspectiva que hablaba estéticamente por sí sola».
El Silencio… y Le Salón convierten la placita en una experiencia estética y gastronómica para relajarse y pasar momentos únicos en la mejor compañía. Su aire sofisticado da paso a una vivencia enamorada de Badajoz, sus formas y su gente.
Julián reparó en que, para productos puros de calidad inigualable, estaban los de su tierra. Al tiempo que desarrollaba su faceta de creativo de moda, entraba en contacto con los nuevos movimientos gastronómicos que empezaban a desarrollarse por el mundo, ya fuera la filosofía vegana o la apuesta por la calidad de la materia prima. Comprobó que no había que viajar a Nueva York ni a Berlín para disfrutar de un aceite de primera o de un jamón inigualable. Ese pensamiento no dejaba de bullir en su cabeza y en uno de sus retornos periódicos a Badajoz, tomó forma.
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